Javier de Oro-Pulido
Director de Activos inmobiliarios de Aliseda
“En el sector inmobiliario hoy ni se financia a cualquiera ni para hacer cualquier cosa”
¿Cómo evitar recaer en los errores del pasado en el sector inmobiliario?
A corto plazo no se van a volver a cometer. El error que se generó en el pasado estuvo muy vinculado a las entidades financieras. Hoy ni se financia a cualquiera ni para hacer cualquier cosa. Mientras las entidades financieras hagan bien su trabajo, realicen bien el análisis del riesgo, es muy complicado que se vuelvan a repetir esos errores.
¿La corrupción urbanística se ha atajado?
No. Ahora mismo, como no hay negocio, quizá esté muy dormida. El urbanismo es muy discrecional y, teóricamente, debería estar perfectamente reglado y, por tanto, controlado. Pero es terriblemente complicado poder controlar la honestidad porque es muy personal. Se mueve mucho dinero, hay muchísimos intereses y es absolutamente discrecional. Al final las personas son personas y el poder, desde un punto de vista político, es complicado de controlar.
¿200.000–250.000 viviendas nuevas al año es un nivel normal y sigue siendo un pulmón económico?
Claro. Lo que no era normal eran 650.000 viviendas. Con 250.000, evidentemente, el sector pasa a ser otra vez muy importante desde el punto de vista de aportación al valor de España o al PIB y, además, genera muchas sinergias. Pero el problema que tiene el capital extranjero es que no encuentra operadores expertos. Esa es una vía por la que Aliseda va a ir. Vamos a intentar explotar nuestra estructura territorial y nuestro conocimiento inmobiliario para dar ese confort al capital que quiere invertir y no encuentra en España al gestor de ese tipo de negocio.
¿Qué cambios normativos que afecten al sector son necesarios?
Es necesaria homogeneidad. En España, desgraciadamente, cada comunidad autónoma tiene su normativa urbanística, cada ayuntamiento tiene su especialidad a la hora de intentar construir; y para alguien que no conoce o que no está en España y quiere invertir en un tema inmobiliario, es un verdadero galimatías. Al inversor que quiere invertir y le da igual invertir en la costa, en Madrid, en Barcelona o en Galicia, le tienes que empezar a explicar que cómo se hacen aquí las cosas no tiene nada que ver con cómo se hacen allí, y esto resulta muy complicado.
¿Comprar o alquilar?
Comprar. Sí, es un tema cultural y afortunadamente somos muy pertinaces con la compra de vivienda porque da mucha seguridad. Las familias españolas parece que asocian siempre la vivienda a una especie de seguro para el futuro o para la jubilación. Pero es verdad que eso está evolucionando en España, donde cada vez es algo mayor el porcentaje de viviendas alquiladas, que ya pasa del 20% cuando al principio de la crisis estaba en el 18,3%. Hoy, las parejas jóvenes que quieran adquirir su primera vivienda tienen muchos problemas, incluso trabajando los dos, porque normalmente tienen sueldos muy bajos y las entidades financieras, a la hora de dar la hipoteca, van a ver todavía mucha inestabilidad en su puesto de trabajo. Además, normalmente esa gente no tiene el porcentaje ahorrado que ya también se le pide que aporte. Quizá en dos generaciones, el alquiler tendrá unos porcentajes muy parecidos al resto de Europa. Lo que estamos viendo es que las viviendas se han ajustado en torno al 40%, están bien de precio y la gente está adquiriendo. El porcentaje de compra de vivienda sin financiación es importante (30-35%) por parte de particulares españoles y extranjeros.