¿Es la internacionalización una necesidad o una oportunidad para España?

Ambas cosas. Tiene que ser una oportunidad y es una necesidad. Necesidad porque los países tenemos que pensar las marcas como si fueran un producto, y no se tienen que crear en función de un país, se tienen que crear en función del mundo. Si se saca un producto tiene que ser en función de todos los consumidores, de todas las religiones. O sea, tenemos que globalizar para el consumo. Si yo hago un producto no voy a pensar que sólo lo voy a vender en mi tierra. Lo voy a vender en Miami y en Nigeria, si es posible. Como nuestra empresa, Naturhouse. Cuando se creó la marca (y es muy importante crear una marca) ya se creó con esta intención: poder introducirla en el máximo número de países.

¿Qué dificultades enfrentan las empresas españolas a la hora de internacionalizarse? ¿Qué papel cree que deberían tener las instituciones públicas en esta materia? ¿Se están tomado las medidas adecuadas para favorecer la internacionalización?

Todo lo que dependa del sector público es muy complicado. No pido ningún tipo de ayuda a las instituciones públicas, pero quiero que no me entorpezcan, porque a veces la burocracia ralentiza mucho las cosas. Cuanto menos intervenga el sector público en el libre comercio mejor. A no ser que tengan la mentalidad de los americanos, donde los políticos no son solo políticos, sino empresarios también. Deberíamos fijarnos en Estados Unidos. Los japoneses lo tuvieron bien claro cuando empezaron a resurgir. Se basaron en la cultura americana y cuando tenían aquello dominado, inventaron. Nosotros no tenemos nada que inventar. Cuando me dicen hay que inventar yo digo que ya está todo inventado. Te vas a Estados Unidos y te lo dan ya hecho. Van por delante de nosotros un montón de años. Debemos aprender de ellos en muchas cosas, y no decir que todo lo que es América es malo. Hay cosas malas, por supuesto, pero hay cosas muy buenas. Hoy día el modelo a seguir es el líder, que son ellos. A mí me ha ido muy bien. Siempre que he ido a Estados Unidos he aprendido mucho.

¿Favorece el entorno en España el emprendimiento y la inversión?

En estos momentos no porque los políticos lo están haciendo muy mal. El gran problema que tenemos en este país son los políticos o los gobernantes. Si nosotros seguimos mandando a la política a la gente más mediocre, vamos mal. De los inicios de la democracia hasta hoy, el nivel ha bajado muchísimo. Tal vez tenemos que ser un poco más sensatos. Quizás hay que pagarles más, tener menos y mejor pagados, mejor que tantos y mal pagados. En esto podríamos fijarnos en lo que hacen los grandes empresarios: cuando llegan a un cierto nivel hacen política gratuitamente. Es el caso de Bloomberg como alcalde de Nueva York, por ejemplo. Él no ha cobrado y ha hecho una buena gestión en la ciudad, la limpió, la puso en orden, porque era un desastre. Hay que dejarse de tonterías y usar a la gente que ha tenido éxito. Busquemos gente con experiencia, gente que sepa. La historia nos lo dice todo. No echemos a la gente mayor con experiencia a la calle, aprovechémoslos. Otro problema que tiene específicamente España es que los ciudadanos tienen que participar más. En otros países las plataformas ciudadanas son mucho más fuertes y los grandes grupos también. Dicen que en Estados Unidos hay grandes grupos de poder, sí, pero eso es bueno, porque controlan al político. Aquí no hay grupos de poder porque un porcentaje importante de la economía española se basa en el sector público.